Bueno, como sabemos, finalmente cualquier cosa en exceso que no es natural termina afectando la salud, así que no está demás que si pintan su cabello, le den un vistazo a este artículo y revisen que contiene su tinte favorito...

Cubra las canas sin destapar enfermedades

Estudios revelan que los tintes para el cabello pueden representar riesgos de alergias en la piel e, incluso, posibilidades de desarrollar cáncer

Rubio, negro, rojo, castaño, y hasta azul o morado. La gama de colores para teñirse el cabello y cubrir las canas es tan amplia que fácilmente pueden contabilizarse más de 60 opciones en el mercado.

Hoy, cambiarse el color del cabello es una práctica cada vez más común, no sólo en mujeres, sino también en hombres. La historia demuestra que ya en culturas antiguas como la egipcia, griega, romana, china o hindú se usaban elementos como la henna un tinte natural obtenido de la planta del mismo nombre o mezclas de grasas animales y cenizas del árbol de la haya. En aquel entonces, cambiarse la tonalidad del pelo tenía fines bélicos, religiosos y también de belleza, objetivo que se mantiene en la actualidad.

Diversos estudios de mercado señalan que más de 60% de las mujeres y hasta 10% de los hombres se tiñen el cabello de manera periódica, con un promedio de entre seis y ocho veces por año.

Sin embargo, esta es una práctica que puede representar riesgos para la salud, con efectos que van desde moderados hasta posiblemente graves. Los más comunes son la irritación de la piel, conocida en términos médicos como dermatitis alérgica de contacto, daños a la vista y hasta cáncer.

En el primer caso, los síntomas principales son el enrojecimiento de la piel, a veces con vesículas, ampollas o erosiones y comezón moderada o intensa.

En casos graves, la lesión puede secarse y descamarse, por lo que, de no evitar nuevas aplicaciones de tinte, el cuero cabelludo puede tornarse más grueso y seco.

Un estudio realizado por el Grupo Español de Investigación de Dermatitis de Contacto y publicado en la revista Actas dermosifiliográficas, descubrió que esta enfermedad es la más frecuente de las afecciones laborales que padecen las y los estilistas o peluqueros y barberos.

La revista médica The British Medical Journal informó recientemente que el principal componente que provocaba reacciones alérgicas en la piel era conocido como parafenilenediamina o PPD, que poco a poco ha sido eliminado como ingrediente de los tintes.

De hecho, la Comunidad Europea ordenó el retiro de 22 sustancias consideradas nocivas y que eran incluidas en la fabricación de colorantes para el cabello, incluido el PPD.

Además, en marzo pasado la agrupación Health Day News reportó los resultados de una investigación llevada a cabo por médicos de la Agencia Internacional de Investigación Oncológica de Lyon, Francia, entre estilistas que habrían desarrollado cáncer de vejiga a partir del contacto con el PPD y algunas anilinas.

De acuerdo con el estudio, había posibilidades de que estas sustancias ingresaran al organismo a través del cabello y se acumularan en la vejiga, desarrollando cáncer.

El estudio se llevó a cabo en estilistas después de 1993, pero sus conclusiones aún no pueden ser consideradas contundentes, por lo que la catalogación de estos componentes (la mayoría retirados del mercado) se mantuvo en la categoría de "probablemente carcinogénicas para el ser humano".

En México, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) afirma que ante la posibilidad de daños a la salud por el uso de tintes para el cabello, los fabricantes de estos productos tienen la obligación de avalar la seguridad de los mismos, mediante la aplicación de exámenes de irritabilidad y funcionalidad "para asegurar su adecuado desempeño conforme a las especificaciones de cada caso y a los estándares de calidad aplicables".

Además, para prevenir efectos nocivos, siempre es recomendable realizar una prueba de color en una pequeña parte del cabello y evitar en lo posible el contacto del tinte con la piel del rostro y los ojos.

En caso de cualquier problema en la salud, lo mejor es suspender la aplicación y ponerse en contacto con un médico.

La Profeco aconseja, asimismo, notificar reacciones adversas o quejas sobre estos productos a la Comisión Federal para la Protección de los Riesgos Sanitarios, ubicada en Monterrey número 33, colonia Roma, o en los teléfonos 5080-5440, 5080-5474, o al 01-800-420-4224, desde el interior de la República.
Con información de la Procuraduría Federal del Consumidor

Fuente: EXONLINE

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*TESSY*

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