El tamaño que sí importa
Los minivegetales, grandes en sabor y nutrientes, son un éxito en la cocina creativa, donde se explotan sus cualidades estéticas.
Juan Luis Ramos Mendoza
El Universal
Martes 12 de agosto de 2008
La diferencia entre un vegetal y un minivegetal no sólo es el tamaño, ya que el pequeño tiene olor y sabor concentrados, un precio aproximadamente 30% mayor y los chefs lo prefieren por su potencial estético. Eso sí, ambos contienen las mismas propiedades nutrimentales.
Los baby vegetables nacieron hace décadas , pero cada día surgen variedades en todo el mundo que revolucionan el mercado, como el minipepinillo al que le bastan sus 3 centímetros para volver locos a los cocineros europeos con un sabor parecido al melón. Se usa tanto en ensaladas como en platos elaborados, ya que puede freírse sin perder sus propiedades.
"Gracias a que son cultivados orgánicamente (sin el uso de fertilizantes ni químicos), logran propiedades gastronómicas y nutritivas de mejor calidad de los vegetales normales", dice Lula Martín del Campo , chef ejecutiva del corporativo HSBC.
En cuanto al modo de cocinarlo, la chef asegura que resulta igual de versátil que con verduras comunes.
"La única diferencia radica en que su tiempo de cocción es menor, por lo que hay que ponerles más atención y cuidado al manipularlos", señala.
Martín del Campo aclara que aunque existen mercados gourmet en donde se pueden conseguir estos "vegetalitos" –el de San Juan, entre ellos-, no es común encontrarlos.
"Esto se debe a dos razones: una es que no hay una cultura de consumir minivegetales, y la otra es que, al requerir mayores cuidados y costos en su producción aumenta su precio por lo que no es accesible para la economía mexicana", apunta.
Con sello nacional
En México los minivegetales se cultivan desde hace unos 25 años; sin embargo la demanda no es tan alta como en Europa o EU, de hecho, Enrique Ruelas, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores y Productores Hortofruticolas A.C. (ANEXPHO), asegura que el mercado es mayor para la exportación.
"Quienes cultivan minihortalizas en México son aquellos productores que ya tienen contratos específicos en EU, puesto que a nivel nacional no hay mucha demanda", aclara Ruelas.
"La diferencia principal entre una hortaliza normal y una mini está en que se trata de especies de semillas distintas, pues las mini requieren de semillas certificadas, obtenidas mediante un desarrollo genético y son más caras. Además tienen que cultivarse en invernaderos, ya que no se puede correr el riesgo de perder la cosecha", añade.
De acuerdo con Annette Abstoss, de la distribuidora holandesa Koppert Cress, las semillas con las que se cultivan los minivegetales son tratadas para que tengan mejor sabor, aroma y textura.
La experta menciona que tras cultivar los baby vegetables durante unas semanas en invernaderos –en vez de meses como las verduras normales- estos obtienen un tamaño no mayor a los 6 centímetros y son llevados a los restaurantes en macetas, para que los chefs los puedan conservar frescos. Sin duda una práctica cada vez más común en Latinoamérica.
mjgj
http://tessyhg.blogspot.com
Los minivegetales, grandes en sabor y nutrientes, son un éxito en la cocina creativa, donde se explotan sus cualidades estéticas.
El 95% de la producción de los minivegetales se exporta a EU: es decir 100 cargas de minivegetales al año, cada una de ellas de 16 toneladas aproximadamente, de acuerdo con la Asociación Nacional de Exportadores y Productores. (Foto: Juan Carlos Reynoso )
Juan Luis Ramos Mendoza
El Universal
Martes 12 de agosto de 2008
La diferencia entre un vegetal y un minivegetal no sólo es el tamaño, ya que el pequeño tiene olor y sabor concentrados, un precio aproximadamente 30% mayor y los chefs lo prefieren por su potencial estético. Eso sí, ambos contienen las mismas propiedades nutrimentales.
Los baby vegetables nacieron hace décadas , pero cada día surgen variedades en todo el mundo que revolucionan el mercado, como el minipepinillo al que le bastan sus 3 centímetros para volver locos a los cocineros europeos con un sabor parecido al melón. Se usa tanto en ensaladas como en platos elaborados, ya que puede freírse sin perder sus propiedades.
"Gracias a que son cultivados orgánicamente (sin el uso de fertilizantes ni químicos), logran propiedades gastronómicas y nutritivas de mejor calidad de los vegetales normales", dice Lula Martín del Campo , chef ejecutiva del corporativo HSBC.
En cuanto al modo de cocinarlo, la chef asegura que resulta igual de versátil que con verduras comunes.
"La única diferencia radica en que su tiempo de cocción es menor, por lo que hay que ponerles más atención y cuidado al manipularlos", señala.
Martín del Campo aclara que aunque existen mercados gourmet en donde se pueden conseguir estos "vegetalitos" –el de San Juan, entre ellos-, no es común encontrarlos.
"Esto se debe a dos razones: una es que no hay una cultura de consumir minivegetales, y la otra es que, al requerir mayores cuidados y costos en su producción aumenta su precio por lo que no es accesible para la economía mexicana", apunta.
Con sello nacional
En México los minivegetales se cultivan desde hace unos 25 años; sin embargo la demanda no es tan alta como en Europa o EU, de hecho, Enrique Ruelas, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores y Productores Hortofruticolas A.C. (ANEXPHO), asegura que el mercado es mayor para la exportación.
"Quienes cultivan minihortalizas en México son aquellos productores que ya tienen contratos específicos en EU, puesto que a nivel nacional no hay mucha demanda", aclara Ruelas.
"La diferencia principal entre una hortaliza normal y una mini está en que se trata de especies de semillas distintas, pues las mini requieren de semillas certificadas, obtenidas mediante un desarrollo genético y son más caras. Además tienen que cultivarse en invernaderos, ya que no se puede correr el riesgo de perder la cosecha", añade.
De acuerdo con Annette Abstoss, de la distribuidora holandesa Koppert Cress, las semillas con las que se cultivan los minivegetales son tratadas para que tengan mejor sabor, aroma y textura.
La experta menciona que tras cultivar los baby vegetables durante unas semanas en invernaderos –en vez de meses como las verduras normales- estos obtienen un tamaño no mayor a los 6 centímetros y son llevados a los restaurantes en macetas, para que los chefs los puedan conservar frescos. Sin duda una práctica cada vez más común en Latinoamérica.
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"Las oportunidades no hay que esperarlas,hay que crearlas"
*TESSY*
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