Me quiere, no me quiere, mucho, poco...
Si tan sólo con deshojar una margarita las parejas pudieran saber si están aptos para el matrimonio, ¿cuántas flores se tendrían que cultivar? Pero como no es así de fácil, antes de dar el sí acepto, los novios deben de estar conscientes de los defectos y cualidades de su pareja y saber si están dispuestos a vivirlos de manera conjunta a través de los años.
¿Cuántas parejas conoces que antes del tercer año de casados se separan? A lo mejor no muchas, pero seguramente has sabido de historias que durante el noviazgo, generalmente largo, con tal de que todo fuera armonía: aparentaron, aguantaron o pasaron por alto la verdadera personalidad de la pareja.
Algunos se dan cuenta pero suelen adoptar el viejo lema "todo con amor se cambia". Pero bien dicen las abuelitas, "cierra el corazón y abre bien los ojos", que no quiere decir otra cosa más que hay que ser objetivos, sea hombre o mujer y considerar la personalidad de cada uno y si está dispuesto a convivir como matrimonio.
"Hay personas (hombres y mujeres) que no quieren ver la realidad, cuando sus parejas son agresivas, celosas, egocéntricas, egoístas o simplemente tienen defectos que esperan con el tiempo desaparezcan, explica Luz Ortíz, licenciada en sicología y terapeuta de parejas.
Es un hecho, agrega, que las parejas no se acaban de conocer, somos seres humanos y vamos cambiando con el tiempo. Sin embargo, "cuando tienes detectados algunos aspectos que no son compatibles contigo y no se le da la importancia debida, cuando se casan aparecen los conflictos más fuertes y en la mayoría de los casos conlleva a la separación".
La pregunta es: ¿realmente conoces a tu pareja?. "Pueden pasar un noviazgo largo e ignorar las alertas, cuando se pelean o cuando no se sienten realmente satisfechos en la relación. A veces por costumbre, otras por miedo a estar solo y las menos por falta de interés".
La decisión de casarse, es una de las más importantes en la vida de cualquier persona, vivir en pareja tiene muchos aspectos positivos, pero objetivamente no todo es miel sobre hojuelas, al dar el sí ante el altar las metas, responsabilidades y logros deben ser en conjunto.
Más vale aquí corrió
Luz Ortíz sugiere en sus terapias, preguntarse así mismos: ¿que tan bien conoces a tu pareja? "Con algunas respuestas te puedes dar una idea, sí realmente lo conoces o tienes dudas sobre la realidad".
Las preguntas que se debe hacer la novia:
¿Cuánto tiempo dedica a escuchar mis preocupaciones o mis logros personales?
¿Qué tanto se preocupa de su familia y la mía?
¿Cómo resuelve sus problemas, le importa mi opinión?
¿Tenemos la misma ideología (valores, prioridades) y educación?
¿Quiere tener hijos, cuántos y cuándo?
¿Es atento, caballeroso, detallista?
¿Estoy segura de su fidelidad?
¿Lo admiro como persona, proteccionista, empleado, hijo y hermano?
¿Tiene buen sentido del humor, toma los problemas con calma o es fatalista?
¿Tiene un plan de desarrollo personal y familiar (ahorro, trabajo)?
¿Cómo me demuestra su amor?
¿Podemos tomar decisiones en común o primero están las de él?
¿Podemos resolver diferencias de manera civilizada?
¿Acepta sus errores y equivocaciones o él nunca se equivoca?
¿Es realmente la persona con la que quiero vivir toda la vida?
Y también ellos, los novios, tienen que responder a sus propias preguntas. "El éxito de una relación es totalmente compartido, 50 y 50%. Ellas son tan responsables como ellos, de que el matrimonio sea una forma de vida compartida o un desastre".
Las preguntas que se debe hacer el novio:
¿Es respetuosa con mi tiempo o quiere que la esté llamando constantemente?
¿Siento admiración por ella, por su forma de ser, su desempeño en el trabajo, su comportamiento familiar?
¿Se lleva bien con mi familia?
¿Compartimos el plan de desarrollo personal y familiar?
¿Compartimos las aficiones, intereses y actividades?
¿Nos entendemos cuando hay alguna diferencia de opinión, o no acepta sus errores?
¿Es positiva, tiene emociones estables?
¿Puedo decirle lo que me molesta de ella sin que se sienta ofendida?
¿Estoy dispuesto a cumplir mi promesa de fidelidad?
¿Cuántas veces prefiero estar con mis amigos, sin preocuparme si ella está a gusto? ¿Cuánto me puede afectar un comportamiento sexual diferente a lo esperado?
¿Estoy dispuesto a cubrir todos los gastos de la familia en dado caso de que ella no pueda aportar dinero al gasto?
Para finalizar la sicóloga explica que las parejas deben tener muy claras sus prioridades en un plan de vida en común, "nada ni nadie te garantiza el éxito de tu matrimonio, pero puedes abrir los ojos y ser objetivo antes de dar el sí. La idea es que ambos definan un plan de vida y cómo solventar tanto los aspectos económicos como los morales, así pueden empezar con el pie derecho".
¿Cuántas parejas conoces que antes del tercer año de casados se separan? A lo mejor no muchas, pero seguramente has sabido de historias que durante el noviazgo, generalmente largo, con tal de que todo fuera armonía: aparentaron, aguantaron o pasaron por alto la verdadera personalidad de la pareja.
Algunos se dan cuenta pero suelen adoptar el viejo lema "todo con amor se cambia". Pero bien dicen las abuelitas, "cierra el corazón y abre bien los ojos", que no quiere decir otra cosa más que hay que ser objetivos, sea hombre o mujer y considerar la personalidad de cada uno y si está dispuesto a convivir como matrimonio.
"Hay personas (hombres y mujeres) que no quieren ver la realidad, cuando sus parejas son agresivas, celosas, egocéntricas, egoístas o simplemente tienen defectos que esperan con el tiempo desaparezcan, explica Luz Ortíz, licenciada en sicología y terapeuta de parejas.
Es un hecho, agrega, que las parejas no se acaban de conocer, somos seres humanos y vamos cambiando con el tiempo. Sin embargo, "cuando tienes detectados algunos aspectos que no son compatibles contigo y no se le da la importancia debida, cuando se casan aparecen los conflictos más fuertes y en la mayoría de los casos conlleva a la separación".
La pregunta es: ¿realmente conoces a tu pareja?. "Pueden pasar un noviazgo largo e ignorar las alertas, cuando se pelean o cuando no se sienten realmente satisfechos en la relación. A veces por costumbre, otras por miedo a estar solo y las menos por falta de interés".
La decisión de casarse, es una de las más importantes en la vida de cualquier persona, vivir en pareja tiene muchos aspectos positivos, pero objetivamente no todo es miel sobre hojuelas, al dar el sí ante el altar las metas, responsabilidades y logros deben ser en conjunto.
Más vale aquí corrió
Luz Ortíz sugiere en sus terapias, preguntarse así mismos: ¿que tan bien conoces a tu pareja? "Con algunas respuestas te puedes dar una idea, sí realmente lo conoces o tienes dudas sobre la realidad".
Las preguntas que se debe hacer la novia:
¿Cuánto tiempo dedica a escuchar mis preocupaciones o mis logros personales?
¿Qué tanto se preocupa de su familia y la mía?
¿Cómo resuelve sus problemas, le importa mi opinión?
¿Tenemos la misma ideología (valores, prioridades) y educación?
¿Quiere tener hijos, cuántos y cuándo?
¿Es atento, caballeroso, detallista?
¿Estoy segura de su fidelidad?
¿Lo admiro como persona, proteccionista, empleado, hijo y hermano?
¿Tiene buen sentido del humor, toma los problemas con calma o es fatalista?
¿Tiene un plan de desarrollo personal y familiar (ahorro, trabajo)?
¿Cómo me demuestra su amor?
¿Podemos tomar decisiones en común o primero están las de él?
¿Podemos resolver diferencias de manera civilizada?
¿Acepta sus errores y equivocaciones o él nunca se equivoca?
¿Es realmente la persona con la que quiero vivir toda la vida?
Y también ellos, los novios, tienen que responder a sus propias preguntas. "El éxito de una relación es totalmente compartido, 50 y 50%. Ellas son tan responsables como ellos, de que el matrimonio sea una forma de vida compartida o un desastre".
Las preguntas que se debe hacer el novio:
¿Es respetuosa con mi tiempo o quiere que la esté llamando constantemente?
¿Siento admiración por ella, por su forma de ser, su desempeño en el trabajo, su comportamiento familiar?
¿Se lleva bien con mi familia?
¿Compartimos el plan de desarrollo personal y familiar?
¿Compartimos las aficiones, intereses y actividades?
¿Nos entendemos cuando hay alguna diferencia de opinión, o no acepta sus errores?
¿Es positiva, tiene emociones estables?
¿Puedo decirle lo que me molesta de ella sin que se sienta ofendida?
¿Estoy dispuesto a cumplir mi promesa de fidelidad?
¿Cuántas veces prefiero estar con mis amigos, sin preocuparme si ella está a gusto? ¿Cuánto me puede afectar un comportamiento sexual diferente a lo esperado?
¿Estoy dispuesto a cubrir todos los gastos de la familia en dado caso de que ella no pueda aportar dinero al gasto?
Para finalizar la sicóloga explica que las parejas deben tener muy claras sus prioridades en un plan de vida en común, "nada ni nadie te garantiza el éxito de tu matrimonio, pero puedes abrir los ojos y ser objetivo antes de dar el sí. La idea es que ambos definan un plan de vida y cómo solventar tanto los aspectos económicos como los morales, así pueden empezar con el pie derecho".
Viernes 28 de septiembre de 2007
"Las oportunidades no hay que esperarlas,hay que crearlas"
*TESSY*
¡Sé un mejor asador!
Aprende todo sobre asados en:
http://mx.yahoo.com/promos/mejorasador.html
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