Así es, queridos familiares y amigos: ya pasó un mes de una de las tragedias más tristes que hemos pasado en las últimas décadas en nuestra amada Ciudad de México y en todas nuestras vidas.
Si están pudiendo leer estas líneas, seguramente ya no tienen duda de lo afortunados que somos porque como dicen, literalmente: VIVIMOS PARA CONTARLO.
A mí, lo del terremoto, me dejó fuera de combate al menos 3 semanas, y, como pude comprobarlo posteriormente, al platicar con conocidos y amigos (porque era increíble la gran necesidad que todos teníamos de sacar y compartir nuestras experiencias), ya habiendo pasado ese lapso de tiempo: todos seguíamos SIN CREERLO.
De pronto ya habían pasado 3 semanas y nos encontrábamos tratando de recuperarnos, y recapitular un poco todo lo que estuvimos viviendo y sintiendo con lo acontecido en la ciudad.
Creo que muchos de nosotros no habíamos dicho nunca, pensado o creído firmemente y con gran certeza un: "CREÍ QUE ME IBA A MORIR". Y es horrible saber que lo pensaste, lo sentiste, y peor aún, que desgraciadamente, muchas personas a nuestro alrededor, si murieron :(
No solo se movió la tierra, se nos movió completamente nuestro mundo: sentimos pánico, la certeza de que moriríamos, y en mi caso, que el edificio de mi trabajo se caería sin duda alguna, ya que en Ciudad Universitaria nunca se sienten con tanta violencia los temblores. Pero el terremoto de éste 19 de septiembre de 2017, fue impactante, el peor de toda mi vida.
Que alivio haber salvado la vida y también gran alivio sentimos cuando nos dijeron que es NORMAL TENER MIEDO y que no habíamos "enloquecido por el trauma".Que toda la ciudad tiene miedo y que pasaran semanas, o hay quienes necesiten hasta meses, para que nos sintamos otra vez tranquilos y seguros de nuevo.
Cada que hay un ruido extraño o fuerte, la gente manifiesta su miedo: se asustan y les dan ganas de salir corriendo; o si se mueve algo parece que tiembla de nuevo; o cualquier sonido que se parezca a la alerta sísmica, lo odias infinitamente. Hay mucha paranoia y yo personalmente he tenido mucho miedo la mayoría del tiempo 😢
Las dos 1ras semanas me la pasé con mareos persistentes y pensé que tendría alguna enfermedad ocasionada por el susto, pero después supe que es normal, y que muchas personas andaban igual.
Todos fuimos testigos de como el país entero se unió y eso FUE lo HERMOSO dentro de la tragedia porque salió luz donde parecía que ya solo había obscuridad.
Llegaron cientos de manos SOBRE Y ENTRE LOS ESCOMBROS para BUSCAR VIDA, para DAR AYUDA, para DAR COMIDA, para DAR REFUGIO, para dar FORTALEZA Y AMOR a desconocidos, por la sola razón de SER HUMANOS, de ser empáticos y porque Dios nos puso en el lado de poder ayudar y no de necesitar ayuda.
¡Fue hermoso ver que cada vida importaba: de humano, de animal; grande, pequeña; joven, vieja!
Le pido a Dios con todo mi corazón por todas las personas que fallecieron, por las que perdieron a sus familiares, amigos, sus casas, su patrimonio, su estabilidad y su tranquilidad.
Es muy doloroso y difícil pasar por las calles donde hay edificios dañados, destruidos, abandonados... Dónde lo que existía, YA NO EXISTE; dónde lo que fue, YA NO ES porque fue hecho trizas y polvo 😭
¡Hay tanto miedo y dolor todavía! Pudimos haber sido nosotros quiénes falleciéramos, quedáramos atrapados o perdiéramos un ser querido o nuestros hogares, pero afortunadamente en nuestras familias y círculo cercano de amigos no hubo desgracias que lamentar, Dios fue muy bueno con nosotros porque todos estamos bien y nunca dejaré de darle gracias infinitas 💖💖💖
Como todos sabemos, el terremoto ocurrió un par de hrs después del tradicional simulacro que se estipuló desde lo ocurrido en el terrible terremoto de 1985, que por cierto, también me tocó vivir siendo aún muy niña; y que aunque muy vago, aún recuerdo que si sentí miedo (estaba en casa de mi abuelita) porque escuchábamos como chocaban casas contra casas y fue una sensación ESPANTOSA. Pero la realidad es que aún teniendo esa horrible experiencia, no nos imaginamos todas las desgracias que estaban ocurriendo en la ciudad en ese momento.
Con todo, no recuerdo haberlo sentido tan impactante como sentimos el de este año; tal vez porque en esta ocasión ya sabíamos lo que una movimiento de esa magnitud podía ocasionar: todo brincaba, todo crujía y no se veía cuando se detuviera.
Simplemente todo se desmoronaba todo ante nuestros ojos y nuestra impotencia. Nadie podíamos imaginarnos que décadas más tarde de la tragedia del 85, EL MISMO DÍA, estuviera ocurriendo algo tan horrible de nuevo.
Cuando comenzó el movimiento, yo simplemente pensé que estaba pasando un camión, pero como comenzó a brincar demasiado fuerte mi escritorio y a caerse cosas, entonces ya salí corriendo de mi cubículo, ubicado tan solo en un 2do piso.
Para entonces, el terremoto ya estaba con toda su fuerza, la alerta sísmica sonó demasiado tarde y nada podíamos hacer ya.
Mis compañeros de trabajo que estaban cerca y mi jefe, nos quedamos impotentes ante la fuerza de la naturaleza: frente a unas escaleras que no podíamos usar porque no podíamos guardar el equilibrio y porque todo crujía, se rompían ventanas y se caían libreros; y porque sentíamos horror de pensar que ya no saldríamos vivos de ahí.
Con el antecedente que vivimos en el 85, solo de pensar que si en Ciudad Universitaria donde el suelo es de roca volcánica, firme y dura, se sentía así de horrible, ¡qué no estaría ocurriendo afuera en nuestras casas, con nuestras familias, en la ciudad entera!
Yo no tuve tiempo ni de rezar, no pensaba NADA: solo sentía pánico y desesperanza. Vivía un momento para el cual no estaba preparada en lo absoluto con todo y simulacros de tantos años, cursos, videos, información, consejos, etc.
En ese momento no existía nada, no había nada en mi mente porque estaba en blanco; solo el instinto de supervivencia nos hizo pegarnos a las paredes en la señal de ZONA SEGURA porque no se veía cuando terminaría, cuando pararía y si lograríamos salir enteros de ahí.
Benditas sean todas las personas que ayudaron, que dieron esperanza a quienes la perdieron, que no dudaron y que no flaquearon nunca. Qué tuvieron la entereza y la fortaleza de ser el apoyo de quienes lo perdieron todo, y de ser ejemplo y motivación para los que emocionalmente quedamos destrozados.
Tristemente tuve un ataque de histeria hace dos semanas y aunque fue espantoso, me ayudó mucho como catarsis, para desahogarme: sacar todo lo que no pude gritar y llorar el día del terremoto por tratar de ser fuerte y no asustar más a quienes me rodeaban.
Si me preguntan, yo hubiera querido poder salir corriendo, huir y huir, y no sentir que moriría ahí y que no podía hacer nada porque simplemente no estaba en mis manos.
Esa impotencia te destruye por dentro porque sé que nadie hubiéramos querido que tantas personas murieran, que sufrieran, que perdieran sus hogares, y que todos perdiéramos la tranquilidad de manera tan brutal y arrebatadora.
Ya ha pasado un mes y no nos queda más que SEGUIR ADELANTE, y hacer lo posible para que cuando vuelva a suceder -porque aunque no queramos así será y no sabemos cuando-, estemos más conscientes, más preparados: con un plan familiar, la mochila de emergencia, con el escaneo y resguardo de copias de nuestros documentos importantes en la nube, etc.
Y recuerden: no se trata de vivir paranoicos y con miedo, si no con PREVENCIÓN.
Yo sé que muchos ya no queremos hablar mucho del tema y eso está bien, pero recuerden que también es bueno sacar todo aquello que sentimos porque si no se podría manifestar en enfermedad.
Por favor que no se nos olviden nuestros hermanos damnificados, no solo de la ciudad de México, también del interior de la República Mexicana porque NOS NECESITAN. Para ellos ésto no ha terminado, está empezando...
Atesoren cada día, cada minuto, cada segundo que estamos aquí porque la vida ES UN SUSPIRO y cada vez que nos distraemos de lo que verdaderamente importa, estamos desperdiciando tiempo sagrado que muchos ya no tuvieron...
Espero en verdad que como en 1000 años no vuelva a ocurrir algo así de espantoso, y que AHORA SI, todo lo que sea construido siga la normatividad correspondiente, y se usen los materiales necesarios para que todas las construcciones sean reforzadas para resistir este tipo de fenómenos naturales; y que ya no haya pérdidas humanas por negligencia.
Ojalá que "gran parte" de la ayuda que nosotros mismos hemos hecho y la que se ha enviado de los países que nos han apoyado, llegué en verdad a quienes lo necesitan y digo "gran parte" porque tristemente como hemos visto, no hay desgracia, ni pena, que evite que se haga el mal o que se desvíen los recursos; o que se robe para beneficio de sus propios intereses y no les importen los demás.
Pidamos ser fuertes y lograr poco a poco la tranquilidad emocional y mental que necesitamos para NO VIVIR CON MIEDO, sin fe y sin alegría porque hay muchos motivos para seguir adelante.
Este mundo maravilloso Dios nos lo dio para disfrutarlo, pero también para CUIDARLO y yo creo que NO LO HEMOS HECHO. Y por todas las tonterías que hacemos, grandes y pequeñas, estamos acelerando el calentamiento global, y estamos sufriendo tantas inundaciones, huracanes y demás.
Lo peor: no solo nos llevamos a nosotros mismos entre las patas, también a los pobrecitos animales, insectos, plantas, árboles, flores, etc., que tienen derecho a la vida, IGUAL QUE NOSOTROS.
Yo no creo para nada que sea un castigo todo lo que ocurre, simplemente son las consecuencias de nuestros actos, y con todo a veces se nos olvida que, la NATURALEZA MANDA Y QUE ES IMPREDECIBLE.
No nos queda más que adaptarnos como seres vivos que somos, seguir adelante y sobrevivir, PERO VIVIENDO: disfrutando cada minuto como si fuera el último, y dejando una huella bonita en el mundo, en las mentes y corazones de nuestros familiares y amigos; ayudando desinteresadamente al prójimo porque ahí será donde perduraremos y viviremos siempre, y será lo único que nos llevaremos cuando Dios nos llame a su lado 💖
Si alguien quiere compartirme sus experiencias a 1 mes del terremoto, me encantará leerlos, de verdad :)
Besos y bendiciones para todos, ¡me alegra mucho que estén aquí!
Cuídense mucho, SEAN FELICES y por favor, ¡quieran y abracen mucho a sus seres queridos!
¡En vida hermanos, en vida!
P.D. Les dejo un video con respecto al Stress PostTraumático y como identificarlo y superarlo, así como algunas imágenes informativas con respecto al #Homenaje19S que se quiere hacer el día de hoy a las 13:14, al mes del terremoto, y otras para ayudarnos a ir dando vuelta a la página, sin olvidar lo importante ;)
Video del síndrome de stress post traumático
Una nota de los Psicoterapeutas Japoneses:
No se expongan a un estado constante de emergencia, es muy desgastante para tu cuerpo y tu mente. En Japón en 2001 muchas personas sufrieron de Desorden de estrés post-traumático (PTSD post-traumatic stress disorder) después de 1 o 2 semanas posteriores al terremoto.
LA MAYORÍA DE ELLAS ERAN LAS MENOS AFECTADAS POR EL TERREMOTO, INCLUSO VIVIENDO A 1000 MILLAS DE LA ZONA DE DESASTRE.
Los síntomas más comunes son: pérdida de apetito, insomnio y falta de concentración, sentido de culpabilidad, fatiga contante, anhedonia (inhabilidad para experimentar placer o gozo)
Así que tranquilízate. Condúcete normalmente.
SIÉNTETE BIEN DE DISFRUTAR TU VIDA.
Los sobrevivientes y víctimas severas necesitarán ayuda y un apoyo a largo plazo, no sólo espontáneamente. En Japón, 6 años después del terremoto, hay víctimas que aún sufren de dificultades psicológicas. Para ellos el pasado no ha pasado.